lactancia sin estrés

Un espacio de lactancia sin estrés

Amamantar a un bebé no siempre es fácil, especialmente si sois padres primerizos y vas a enfrentarte por primera vez a ello. Mientras que perfeccionar el agarre de tu bebé puede ser una lucha, crear un espacio seguro y cómodo para ello no debería serlo.

Una habitación de lactancia cómoda y con todo lo que necesitas puede contribuir en gran medida a eliminar el estrés, dando a las nuevas mamás un momento muy necesario para descansar y establecer vínculos con sus bebés. Tener todo lo que necesitas a mano, incluidos algunos pequeños lujos bien merecidos, podrá evitar los jaleos innecesarios y hacer que la lactancia materna sea una experiencia más agradable tanto para ti como para tu bebé.

Crea tu propio espacio de lactancia eliminando el estrés con estos sencillos consejos.

Invierte en un sillón de lactancia de calidad

Si bien la comodidad y el estilo son importantes, hay muchos otros factores que deberías considerar al comprar un sillón de lactancia. Elige un tejido fácil de limpiar y busca apoyabrazos anchos y acolchados, que permitan una mejor posición al dar pecho. Los sillones ajustables o reclinables son una gran opción, pero asegúrate de poder utilizar la silla de manera cómoda mientras estás sentada. La seguridad debe ser tu primera preocupación.

Añade una mesa auxiliar con almacenamiento

Una mesa auxiliar siempre es útil. Elige una mesa resistente con cajones o espacios de almacenamiento para guardar todo eso que necesitas para tus momentos de lactancia. El hecho de que necesites tener toallitas, o crema para el pezón cerca no significa que tengan que estar en medio. Reserva también espacio en esta mesa para dejar alguna botella de agua y tus revistas favoritas.

Compra un cojín de lactancia

Un buen cojín de lactancia puede ser una bendición, especialmente en los primeros días y semanas en los que la lactancia puede ser difícil. Los cojines de lactancia ayudan a sostener al bebé en la posición adecuada para amamantar, asegurando un bien agarre sin tensión en el brazo. Incluso un bebé pequeño se vuelve sorprendentemente pesado cuando lo mantienes en la misma posición durante un tiempo prolongado. Las almohadas de lactancia también se pueden usar para el tiempo boca abajo o para sostener a los bebés que no pueden sentarse solos.

Abastécete de los suministros necesarios

Compra suministros de lactancia mucho antes de la llegada de tu bebé y guárdalos en el lugar que hayas elegido en tu espacio de lactancia, listos para empezar. El desinfectante de manos seguro para bebés, las almohadillas de lactancia, la crema para pezones, las gasas o los pañuelos de papel son buenos ejemplos de cosas que vas a necesitar.

También puedes considerar tener algunos snacks cerca (a ser posible sanos). La lactancia quema un montón de calorías y puede dejarte con poca energía.

Registra los tiempos y crea un calendario de alimentación

Toma nota de la alimentación de tu bebé para tranquilizarte y asegurarte de que está comiendo lo suficiente. Los pediatras recomiendan registrar el tiempo y la duración de cada toma de lactancia, así como la cantidad de pañales mojados y sucios que tu bebé produce cada día.

Esta información, combinada con las mediciones regulares permitirá a tu médico controlar los hábitos alimenticios de tu bebé e identificar posibles cuestiones a tener en cuenta.

Para hacer este seguimiento de la manera correcta, crea un registro de alimentación. Un temporizador también puede ser un utensilio útil, que te permite registrar la duración de cada sesión de lactancia. También es conveniente tener un reloj a la vista para anotar la hora fácilmente.

Ten en cuenta la iluminación

Una iluminación cálida y suave ayuda a crear un ambiente acogedor durante las comidas nocturnas, pero también puede dificultarlas porque tu bebé se quede dormido. La lactancia puede ser a veces complicada de entender, por eso tendrás que ser capaz de estar atenta a la reacción de tu bebé.

Consejos útiles

  • Asegúrate de reabastecer tu rincón de lactancia de manera regular.
  • Coloca un pequeño cubo de basura al lado de tu sillón de lactancia para deshacerte rápido y de manera fácil de las almohadillas de lactancia o las toallitas de papel.
  • Tu espacio de lactancia no tiene por qué estar en la habitación de tu bebé. Puedes sentirte más cómoda con la lactancia en tu propia habitación o incluso mientras miras la televisión en la sala de estar. Siempre puedes trasladar todo lo necesario a la habitación del bebé más tarde. Eso como te vayas sintiendo tú.

Aprende a relajarte durante la lactancia

Siempre es importante minimizar el estrés en nuestras vidas, ya que puede tener un impacto negativo en nuestra salud a largo plazo.

En lo que se refiere a la lactancia materna, los efectos del estrés pueden afectar a tu capacidad para producir suficiente leche para tu bebé. Cuando las madres están estresadas, su suministro de leche generalmente disminuye de manera drástica. Además, algunos estudios incluso muestran que los niveles elevados de estrés también causan una bajada de leche defectuosa.

Paradójicamente, la lactancia tiene un efecto calmante. Al liberar la prolactina y la oxitocina durante la lactancia, la mamá entra en un estado de paz y tranquilidad. Dicho esto, la preocupación de la lactancia materna acerca de si tu bebé se está alimentando bien, si tiene hambre otra vez o de cuándo se va a lavar la ropa, causa estrés entre las madres y puede interferir con la capacidad de una madre para establecer un buen suministre de leche.

Aquí hay algunos consejos sobre cómo relajarse mientras estás en medio de tu sesión de lactancia.

  • No esperes hasta que tu bebé llora
  • Escucha música relajada
  • Crea tu lugar preferido para amamantar
  • Asegúrate de estar sentada de manera ergonómica
  • Prepárate un piscolabis para comer algo mientras alimentas (porque estás gastando un montón de energía)
  • Lee un buen libro o ponte algo tranquilo en la tele (un documental de naturaleza puede ser la clave)

 

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