Se ha comprobado que desde que los bebés duermen boca arriba se ha reducido el conocido como Síndrome de Muerte Súbita en más del 50%. Sin embargo, mucha gente se pregunta si esa manera de dormir puede ser la causa de que cada vez más bebés padezcan plagiocefalia o Síndrome de Cabeza Plana. Hoy vamos a responder a tus dudas sobre este tema y a otras preguntas que surgen acerca de un problema cada vez más común.
Sí, todos nacemos prematuros. Al nacer, los huesos del cráneo todavía no han terminado de formarse porque tienen que ir dejando hueco para que el cerebro crezca. Estos huesos son maleables y pueden llegar a ‘adaptarse’ a la superficie en la que están tumbados. Es muy importante poner a tu bebé a dormir boca arriba, pero debes vigilar las posturas porque es la principal causa de que la plagiocefalia posicional sea tan habitual. La plagiocefalia o el Síndrome de Cabeza Plana tiene una causa común, y también una solución sencilla.
Como su nombre indica, el Síndrome de Cabeza Plana es un síndrome, no una enfermedad, así que no afecta al estado de salud del bebé. Si observas que empieza a desarrollar una parte plana o asimétrica en la cabeza a partir de las seis semanas es conveniente consultarlo con un médico. Decimos a partir de las seis semanas porque muchos bebés nacen con pequeñas asimetrías en la cabeza debido a la presión que sufren al pasar por el canal vaginal al nacer. La mayoría de estas imperfecciones se corrigen por sí solas en este periodo de tiempo. No obstante, siempre debes vigilar a tu pequeño.
El principal motivo viene provocado por estar demasiado tiempo en la cuna con la cabeza en la misma posición. Afortunadamente al dormir boca arriba se han salvado muchas vidas, pero los casos de deformaciones craneales son cinco veces más comunes que antes. Aunque hay algunos casos más serios, la mayoría están provocados por la presión de la superficie en la que están tumbados.
Podríamos entrar en detalles más técnicos, pero en la gran mayoría de casos casi todo el trabajo de prevención y corrección depende de unas pautas muy básicas. Son pocos los casos que necesitan un trato más personalizado.
En este sentido, es importante que sepas que el colchón de cuna juega un papel más que importante en el desarrollo de tu hijo, y por supuesto también en la prevención de riesgos.
Sabes que tu bebé va a pasar mucho tiempo en la cuna y que su colchón debe ser firme. Cambiar de posición de forma regular y variar los movimientos mientras está despierto en la cuna es muy bueno para su desarrollo. Haz ésto también cuando vaya en el carrito.
Para contrarrestar todo el tiempo que tu bebé pasa boca arriba en la cuna, asegúrate de que pasa suficiente tiempo boca abajo cuando esté fuera de ella (siempre despierto y bajo tu supervisión). Fortalecerá los músculos del cuello y empezará antes a poder controlar los movimientos de la cabeza.
A medida que crezca tu hijo y aprenda a girarse sobre sí mismo (sobre los 6 meses), podrás ir poco a poco despreocupándote de cambiarlo de posición. Por mucho que lo intentes ya no dependerá de ti, tu pequeño decidirá con qué postura prefiere dormir. Cuando llegue ese momento podrás estar mucho más tranquila.
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