Cuando pensamos en la forma de cómo criar y educar a nuestros hijos siempre buscamos lo que sea más beneficioso para ellos. La gran pregunta es ¿qué puedo hacer yo por ellos que pueda serles de ayuda para el día de mañana?
Fomentar en ellos su propia iniciativa e independencia puede ser una de esas cosas que podemos hacer por ellos. Sabemos que al principio esto puede parecer algo complicado de conseguir e incluso que vaya en contra de nuestro sentimiento. Como madres siempre tenemos una parte a la que le encanta que nuestros hijos dependan de nosotras. Sin embargo, son conceptos que no se excluyen, que nuestros hijos sean capaces de valerse por sí mismos no está enfrentado con el hecho de que nos necesiten. De hecho, ese es un vínculo que viene por naturaleza y que se cimienta a lo largo de vida.
El desarrollo de esta autonomía puede iniciarse desde edades muy tempranas, y una buena forma de incentivarla es con las camas de suelo o también conocidas como cama Montessori. Estas suelen introducirse a partir de los 6 meses de edad o cuando nuestro bebé está listo para hacer el cambio de una cuna a una cama, aunque también hay padres que las utilizan antes. Y ¿qué beneficios les aportan este tipo de camas?
Además de todos los beneficios de las camas de suelo, estas aportan a la habitación de nuestros hijos un toque moderno y diferente, ya que se presentan como acogedoras casitas de madera. Un rincón original, divertido y seguro, donde nuestros pequeños podrán disfrutar de sus mejores sueños.
Esta cama es mucho más que un espacio para dormir ya que también se puede usar como rincón de descanso, espacio de lectura o cabaña de juegos.
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