En verano los días son cada vez más largos y hay más cosas que hacer, y también más cosas de las que preocuparse. Sí, es verano.
Y mientras tus peques corretean por el sol, tú estás haciendo todo lo que puedes para protegerlos del sol, de los insectos, de los golpes…etcétera.
Hay algo en la temporada de verano que parece que haga que los niños corran más rápido y jueguen más fuerte. Y, añadido a todo eso que los papás hacen de manera natural para proteger a sus niños durante todo el año, como cocinar cosas sanas, vigilar los viajes en coche y mirar a los dos lados antes de cruzar, el verano también requiere cierta preparación específica.
Hay varios aspectos, aquí tienes unos sencillos consejos para proteger a tus peques del sol.
Además, también queremos que el verano sea un tiempo para que disfrute toda la familia, así que tranqui, porque esto no se trata de que te sientas como un “poli del verano” supervisando en todo momento la diversión de tus peques.
Este es quizá el mayor fastidio del verano. El permanente sol. La exposición de los niños y adolescentes aumenta el riesgo de sufrir afecciones de la piel en la edad adulta, por lo que es importantísimo protegerlos.
Ya has escuchado mucho acerca de proteger a los peques del sol, ahora es importante que toda la familia conozca el plan de protección y lo siga, porque no siempre vas a estar tú pendiente del ritmo frenético de los nenes en verano.
Para los niños de a partir de 6 meses en adelante (y también para los adultos), los filtros solares con factor de protección solar (SPF) de 15 o más reducen la intensidad de los rayos UV que causan quemaduras solares.
Aplica generosamente de 15 a 30 minutos antes de la exposición al sol para que se absorba en la piel y disminuya la probabilidad de que vaya. Vuelve a aplicar cada 1 o 2 horas y también después de que los niños naden, suden o se sequen con una toalla. Es casi más importante que lo apliques bien y a frecuencia de repetición que usar un producto con un SPF más alto.
Viste a los peques y a los bebés con ropa protectora y sombreros. La ropa puede ser una excelente barrera de rayos UVA para los niños. Un look ligero y protectores contra el sol puede cubrir el cuello, los codos y las rodillas. Aquí tienes un combo monísimo de pañales de baño y sombrero de la marca Zoochini
Mantenga a los bebés menores de 6 meses fuera de la luz solar directa, vestidos con ropa fresca y cómoda y que lleven sombreros con ala. La Asociación Española de Pediatría (Aeped) dice que los protectores solares pueden usarse en bebés menores de 6 meses en áreas pequeñas de la piel si no se dispone de la ropa y la sombra adecuadas.
Planea jugar pronto por la mañana. Para los niños más allá de la etapa de bebé, te aconsejamos planificar actividades al aire libre temprano para evitar el máximo de horas de sol (10 a.m. a 4 p.m.) tanto como sea posible. ¿Te suena imposible para tus hijos llenos de ganas de jugar? Pues por lo menos asegúrate de que puedan tomarse un descanso del sol cuando sea necesario.
Muchas personas piensan que sentarse a la sombra es estar totalmente protegido del sol. La sombra proporciona un descanso y un alivio del calor, pero puede ser una falsa sensación de seguridad contra el sol. Sí, es posible quemarse a la sombra, ya que la luz del sol en verano tiene mucha fuerza y se dispersa y refleja. Una persona de piel clara sentada debajo de un árbol puede quemarse en menos de una hora (los adultos también).
Puedes buscar el índice UVA que va a haber ese día en un sitio como Eltiempo.es o Aemet.es cuando vayas a planificar actividades al aire libre. Predice la intensidad de la luz UV en función de la posición del sol, los movimientos de las nubes, la altitud, los datos del ozono y otros factores.
Los números de índice UV más altos predicen una luz ultravioleta más intensa y por tanto es necesario protegerse mejor. Si ves que va a hacer mucho calor, viento del interior (caliente), que la radiación es muy alta o que los niveles de contaminación son altos, intenta evitar planificar actividades de mucho tiempo al sol ese día.
No te abrumes por el sol. Verás que simplemente son consejos lógicos para proteger a tu bebé del sol, que poco a poco irás cogiendo la rutina y pasará a ser algo que hagas casi sin darte cuenta. Tenlo claro, la solución no pasa por tener a los peques en casa todo el verano por miedo a los problemas con el sol. ¡Nada más lejos de la realidad!
El verano es un momento para divertirse, y algunas picaduras de insectos y rasguños valen la pena. Además, hazte a la idea de que nunca vas a poder estar tan encima de su protección como te gustaría, pero es necesario tener estas cosas en mente.
Solo asegúrate de tener la información adecuada y de informar al resto de personas que vayan a estar con tu peque, como familia, niñeras o amigos, acerca de estos importantes consejos de seguridad para el verano. Imprime si es necesario estos consejos y ponlos en la nevera u otro sitio visible. Y luego deja de preocuparte, ¡diviértete y disfruta del verano como si tú también fueras pequeño otra vez!
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